miércoles, 7 de febrero de 2007

Okey

Leo en un importante periódico de la capital que hace poco se murió un escritor de Estados Unidos que se había pasado varios años intentando saber el origen de esta palabra. Decía la crónica que había encontrado varias explicaciones, y citaba unas cuantas. Debo decir que ninguna me convenció, o al menos ninguna me pareció mejor que la que yo ya sabia, que, por cierto, no se citaba. También pensé que el origen de las palabras es tema curioso e interesante, pero no se si tanto como para pasarse media vida detrás de una de ellas, aunque sea tan sumamente famosa y universalmente empleada como “okey”.
Ciertamente la palabreja ha hecho fortuna y no la usan solo los norteamericanos de Estados Unidos, ni siquiera los que tienen el ingles como lengua madre, sino que se ha extendido a la mayoría de los idiomas, y así resulta que franceses, italianos, hispanoamericanos, portugueses, brasileños, etc. la usan con su claro significado de estar de acuerdo, de aceptar lo que el interlocutor dice, de dar por bueno lo que se escucha.
En lo referente al origen del vocablo, hay algo que no se discute, y es que la palabra viene de la pronunciación de dos letras: la vocal “O” y la consonante “K” , que en ingles se dice “key”, es decir que se puede escribir con toda propiedad “O.K.”. Esto le da facilidad para expresar acuerdo y aceptación con solo dos letras, lo que puede tener ventajas si hablamos en Morse con cualquiera de sus posibles medios: linterna, espejos, telégrafo, etc. A esto de que la palabra viene de la pronunciación en ingles de estas dos letras, la “O” y la “K”, todos diríamos: okey.
Pero ¿por que estas dos letras y no otras? La explicación que me dieron en EE.UU. hace ya años, tiene que ver con la guerra de independencia de ese país y también con la gran frecuencia con la que en ingles se emplea la vocal “O” cuando hay que decir el numero cero. Quizás porque el signo es el mismo, cuando en ingles tenemos que decir “cero”, por ejemplo al pronunciar un numero de teléfono, solemos decir “O”. En realidad la palabra “zero” que es la traducción inglesa de nuestro “cero”, solo se usa en frases relativas a la física; en la conversación normal se dice “O”.
Pues bien, la guerra de independencia de EE.UU. se pareció bastante a una guerra de guerrillas. Los independentistas eran en su mayoría granjeros y ganaderos, civiles que se organizaban en pequeñas unidades de combate que hacían frente a los ingleses. En los combates se producían bajas, pero no resultaba fácil informar a los compatriotas, dispersos por granjas y pequeños poblados, del resultado de dichos combates. Por ello se comenzó a exponer en un papel clavado en la puerta de la oficina de mando norteamericana (cerca del actual Boston) el número de victimas que se había producido durante el día. En ingles, a los que han resultado muertos, se les dice “killed” (“matados”) , de modo que un día podían ser “3 killed” si había habido tres muertos y otro podía ser “O killed” si no había habido bajas. Naturalmente todos respiraban cuando en el cartel se veía el “0 killed”, especialmente las familias que tenían hijos o padre en las partidas que se enfrentaban a los ingleses. Pronto, y quizás por la afición a las siglas de ese pueblo, el deseado “0 killed” se abrevio en “0 K.”, letras que significaban que todo estaba en orden, que no había habido muertos, que podían dormir tranquilos. No es difícil imaginar a los familiares de los combatientes diciendo
-¿Qué ha pasado hoy? ¿has visto el papel de la oficina?
- Tranquilo. O K.
- Ah, bueno, voy a decírselo a los Ferguson
Esta es la explicación que me dieron y que creo, cuando menos, verosímil. En el peor de los casos, me parece que “si non e vero e ben trovato”.

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